Si hay algo que no ha cambiado en el mundo de los negocios es al forma de hacer operaciones. Y, más allá de que hoy el comercio tradicional sienta que el canal electrónico es una amenaza, ambos deben pasar por la misma prueba frente a sus potenciales clientes: generarle confianza. Diego Noriega, E-commerce Entrepreneur, director Endeavor Argentina NOA y creador de AlaMaula.com, sostiene que el NOA es una enorme plataforma fértil para el negocio online, que cuenta con 5,5 millones de potenciales clientes; muchos de ellos con ganas de explorar en la web. De hecho, en el último CyberMonday, alrededor de 70.000 usuarios tucumanos exploraron casi tres millones de ofertas en las empresas que se están animando a surfear en internet. Una de las tendencias observadas en esa convocatoria del comercio electrónico es que casi el 55% de los internautas tucumanos usaron su smartphone para buscar las promociones, de acuerdo con los datos de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE).
Noriega, en este sentido, sugiere que, para que se expanda esta modalidad de comercio que se está imponiendo en el mundo, es fundamental generar reglas claras de juego, que regulen las zonas grises que hay en la Argentina respecto de la actividad. “Y eso es un juego de tres puntas”, indica el emprendedor:
• Por un lado, está el lado de la oferta que debe animarse a abrir nuevos canales de venta que complemente lo tradicional. En este aspecto, no sólo es importante la cantidad de productos y servicios disponibles, sino la calidad. “Esto último se relaciona al precio, los métodos de pago y el servicio de posventa, que debe ser igual o mejor que el de un negocio físico”, sostiene. Además, debe haber una decisión estratégica por parte de los comercios tradicionales de migrar o de explorar los canales online.
• Del lado del usuario, también hay una necesidad de fortificar la confianza. “El consumidor sabe que está frente a un riesgo al comprar en internet y por eso valorará más a aquellos negocios que le aseguren calidad en el proceso de entrega del producto y del servicio”, considera Noriega. Más aún, los internautas suelen tomar en cuenta aquellas operaciones que le garanticen el menor costo posible con los mayores beneficios para acceder a lo que desean en la web. “Aquí también juegan un papel fundamental la financiación, la comunicación proactiva del comerciante y, en definitiva, el servicio personalizado. Así se gana confianza”, puntualiza el emprendedor. La tendencia, en ese sentido, la están marcando los millennials, una generación que está tomando al comercio electrónico como un modo de vida.
• La tercera acción de confianza la debe generar el Estado. Según Noriega, las regulaciones oficiales son necesarias para consolidar al mercado y que se establezcan protocolos para que las operaciones sean lo más transparente posible para las partes. “De hecho, el mismo Estado se beneficia con este tipo de transacciones que generarán más recaudación para el fisco y, paralelamente, más control contra la informalidad”, sintetiza.
El director de Endeavor NOA, finalmente, sostiene que las empresas ya deben pensar en que las operaciones online pueden llegar a significarle menores costos operativos que pueden ser derivados al fortalecimiento de la logística. “La gran oportunidad es tratar de bajar el tiempo de entrega de un producto o un servicio de un comercio radicado en la región respecto de otro que está en Buenos Aires”, finaliza.